En Tarapoto presentan libro de relatos de la selva en medio de bellas sin brujos
Después de leer el libro de Arturo Ríos de un solo tirón,coincido con el escritor Róger Rumrrill, quien prologó De bellas y brujos, en que el manejo del lenguaje en casi todos los relatos, tiene el mérito de ser simple y eficaz, atrapando rápidamente al lector e internándole en medio de la magia y el misterio, utilizando como pocos escritores el humor en el realismo maravilloso de la amazonía.
Con esa fuerza que la selva imprime a las pasiones, Arturo ha conseguido soplando, soplando; como decían nuestros abuelos, escribir bajo el credo de Francisco Izquierdo Ríos: de modo natural y sencillo, como crece la hierba y que por entre lo escrito se vea la luz de la vida.
Sabemos que en estos últimos años, Arturo Ríos ha desgranado sus días, sus horas y sus minutos, uno por uno, y éste libro es ahora el resultado de sus sueños, el caminito que en medio de los bosques, abre una trocha literaria que estamos seguros el autor sabrá despejar con su pluma cada palabra, para construir con su producción una nueva propuesta literaria.
La pasión de Arturo por las letras no es de ahora. Por su sangre corre una mezcla de la rebeldía de su abuelo Sacramento Ramírez y la ternura de su tío poeta Luis Hernán. Desde joven se ha identificado con los movimientos culturales de su pueblo y con los de su generación ha fundado en Moyobamba la Asociación Cultural “Javier Heraud” en los años 70 junto a otros jóvenes amantes del progreso, sacando a la luz la histórica revista “Mayoruna” donde difundían sus ideas, donde publicaban sus primeros poemas, donde planteaban sus propuestas sensibles a los problemas sociales del país. Y donde también habían tiempo para enloquecer de amor por una mujer de piecesitos lindos cantándole al oído las canciones de Piero, cuando las ciudades de la selva se alborotaban con la música contagiosa de las orquestas de Jhonny and Coco de Lamas y Jhonny Montalbán de Moyobamba.
Hoy los tiempos son otros y a pesar que Arturo un día ya lejano se fue con su terno casimir inglés a buscar la felicidad por otros cielos, su corazón se quedó atrapado para siempre en la selva de los encantos de donde no se ha ido nunca. Hoy regresa con un libro bajo el brazo para devolverle a la selva sus propias historias, para hermanar a los pueblos y darle razón a Neruda porque de tanto andar y amar nacen los libros.
Estamos seguros que los brujos de sus relatos sabían de sus sueños de escritor, porque sin pócimas ni pusangas comprendió rápidamente el misterio de los bosques, el lenguaje mágico que proviene de las aguas profundas de sus ríos, la ternura en cada gota de una llovizna con la magia del sol en el cielo. Mañana los paucares madrugones que ya se están extinguiendo no se burlarán de Arturo como del montaraz Víctor Chávez de sus relatos sino cantarán de alegría porque de Bella y Brujos revela a un nuevo autor de talento como lo ha reconocido el escritor Róger Rumrrill.
Por ahora debemos alegrarnos y compartir la felicidad de Arturo y su familia, celebrar este aporte intelectual que debe estar en las bibliotecas de los colegios y en las manos de los maestros y decirle al buen Arturo que en buena hora el reverendo Padre Domingo de Totoricagûena se equivocó con sus augurios de que estaba destinado a ser Obispo de la ciudad. Hubiéramos perdido a un hombre de letras con cara de cura que hoy tendrá a cientos de feligreses lectores sin dejarle dormir ni un ratito como al brujo buceador de sus relatos que descansa bajo el agua, exigiéndole la segunda entrega de su otro libro de relatos. Por lo menos no vamos a esperar a que la luna verde pase sobre su cabeza ciento cuarenta y cuatro veces. Oficialmente en Tarapoto corazón, capital del amor sin brujerías, presentó estos relatos de la selva. Un abrazo y salud con vino de misa, que tus amigos sabemos que es lo que te inspira.
(Discurso pronunciado por el periodista Luis Alberto Vásquez en la presentación del libro “De Bellas y Brujos” del escritor Arturo Ríos en el auditórium del Hotel LA POSADA INN, el último 26 de Julio).
Diario AHORA Tarapoto, 10 de Agosto del 2000
Columna Punto de vista de Alberto Tejada Villamar.
De bellas y brujos
La primera vez de Arturo Ríos
La narrativa amazónica tiene muchos exponentes ya reconocidos y algunos que van haciéndose de un nombre por la validez de sus escritos. Arturo Ríos Ramírez,moyobambino, viajero por muchas ciudades de la selva y afincado desde hace mucho en Lima, ingresa con fuerza entre los narradores que recrean la realidad amazónica para, a partir de ella, crear una obra por demás interesante y moderna sin perder para nada sus raíces ancestrales.
De bellas y brujos, relatos de la selva, es la primera publicación del narrador, su primera vez como se dice maliciosamente por estas tierras. Arturo Ríos nos entrega en esta ocasión nueve relatos con un hilo intercomunicador que es la amazonía, en diferentes escenarios como las ciudades de Iquitos, Moyobamba y Pucallpa y de telón de fondo, el verdor infinito de la selva con sus habitantes. Pero sólo hasta ahí el hilo conductor porque cada relato es único en su principio y fin, cada uno tiene su propio lenguaje, su propia óptica y por supuesto, su propia preferencia en el público que lo lee. Quizas eso lo hace más interesante: su variopinta esencia que se parece a Iquitos, donde lo occidental se mezcla a diario, casi imperceptiblemente, con lo ancestral.
Por supuesto que como buen amazónico que es, Arturo Ríos no pierde el humor innato, sino que lo recrea a través de toda la publicación, otorgándole esa dosis de humor casi sin quererlo, como lo sabemos hacer las gentes de esta tierra. El relato “Ahogados” es el más burlón, el que combina el drama con la risotada final, un relato que te lo vas creyendo hasta que al final y sólo al final, empiezas a dudar si todo lo relatado es real, como ocurre en muchas de las historias que oralmente nos vamos contando en la Amazonía. Es que De bellas y brujos no deja jamás de ser una recopilación de cuentos amazónicos desde diferentes ópticas. Desde el costeño que llega a la selva y se mimetiza con ella al brujo eterno habitante del bosque, desde el joven urbano con sus travesuras y sufrimientos al montaraz cazador empedernido al grupo de hombres que se reunen a “ componer el mundo”en el cuento por demás evidente como es “Café Express”.
Despues de leer el libro cada uno escogerá su relato preferido de acuerdo a su estado de ánimo, a lo que cada uno busca cuando coge un libro. Quiero mencionar dos que no tienen porque ser los mejores pero si son los que más me impresionaron. “Teresa”, con la historia enamorada de un joven que no decide entre sus sentimientos hacia la chica proyecto de intelectual limeña y la amazoniquísima belleza de una nativa auténtica. “La bella”, el cuento más completo de la publicación donde el autor se adentra definitivamente en el realismo mágico amazónico y en las miserias humanas de un aprendiz de brujo.
Esta primera vez de Arturo Ríos merece no ser la última. Sin terminar aún de disfrutar esta publicación, ya estamos esperando la segunda que la prometió entre risueño y cachaciento, como sus relatos, finalmente.
Gustavo Vásquez Vásquez
Diario EL MATUTINO Iquitos, 31 de Agosto del 2000
No hay comentarios:
Publicar un comentario